De vez en cuando llegan comentarios al blog preguntando cómo convertir en biodésel el aceite usado de cocina. Hay métodos caseros y en EEUU o Reino Unido se venden kits o aparatos para convertir en casa el aceite usado en biodiésel.
Como ya he comentado en alguna ocasión, lo del biodiésel casero es para gente con tiempo y espacio, aparte de grandes consumidores de aceite para freir, porque con lo que yo uso la sartén no puedo hacer nada.
Otra pega es la calidad del biodiésel obtenido, que no siempre será la misma, y desde luego no podemos asegurarnos que cumpla con los estándares que los fabricantes de coches permiten en sus vehículos para gantizar el correcto funcionamiento.
Cada vez se van extendiendo más las iniciativas de ayuntamientos o entidades para la recogida de aceite usado: Málaga, Granada, Segovia, Madrid… pero cada uno utiliza un sistema distinto, desde proporcionar un embudo para guardarlo en botellas de plástico hasta utilizar unos envases específicos.
El método de llevar el aceite usado a un punto limpio del ayuntamiento no creo que sea válido para los hogares porque tenemos que guardar el aceite en alguna garrafa (molesto) y cada cierto tiempo ir a un lejano punto limpio. No es operativo.
La última iniciativa que he conocido es la de la Obra Social de Caja Madrid que va a poner en marcha en 50 colegios de Madrid, entregando recipientes especiales (llamados “Claki“) que luego recogen llenos de aceite en los colegios. Este sistema sí es práctico para los ciudadanos, pero aún así quedan fuera muchas familias sin hijos en edad escolar.
Es necesario un sistema un poco más automatizado para extender la recogida de aciete usado. ¿Tal vez en los propios colegios un día a la semana para entrega de recipientes a todo el que se acerque por allí y recogida a la puerta del centro en cualquier momento? Podría ser.
Otra posibilidad es comprar el producto “Fritolimpio“, con el que podemos solidificar el aceite usado para una mayor comodidad de almacenamiento antes de reutilizarlo. Aún así queda pendiente el tema de la recogida del aceite solidificado, pero podría ser en los mismos supermercados e hipermercados donde se vende el producto: 2 euros para 3 litros de aceite usado, 8 euros para 18 litros. Sin duda es un coste añadido bastante considerable al precio del aceite, pero esta alternativa es una elección personal. Solidificado lo podemos tirar a la basura orgánica (si no podemos reciclarlo), que es mucho mejor que tirarlo por el desagüe.
Lo que está claro es que si es medioambientalmente adecuado reciclar el aceite usado de las cocinas, que lo es, hay que animar a ello, no sólo en los restaurantes que producen gran cantidad y ya existen empresas que se encargan de ir a recogerlo, sino también en las casas que fríen con aceite habitualmente. Ahora estamos muy acostumbrados a separar los envases del resto de la basura, pero no es cosa de un día para otro, lo mismo ocurrirá con una nueva separación de residuos, pero hay que ponerse a ello.
Algunas de las iniciativas de recogida de aceite usado tiene como objetivo la producción de jabón natural para enviar a lugares del mundo en desarrollo, pero la mayoría tiene como objetivo la producción de biodiésel.
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